El dinero ayuda a que seamos más felices, pero no compra la felicidad.
Es un error buscar la felicidad a través del dinero que uno puede ganar con las apuestas.
Para tener suceso en las apuestas es necesario uno liberarse emocionalmente del dinero.
Tengo la certeza de que el recorrido académico de Paulo y su experiencia en la bolsa le permitieron desarrollar estrategias y tener experiencias que no serían posibles si entrara directamente en el mundo de las apuestas.
Esto le da una base más sólida de conocimientos que le permiten apostar en otros mercados, que no el del fútbol, y tener una mayor probabilidad de obtener lucro que alguien que aposte solamente en este deporte. Ya con respeto al control emocional, seguro hay libros que pueden ayudarnos.
Pienso que todos nosotros conocemos la teoría de las perspectivas. Los que jugamos al póker sabemos que quien hace apuestas deportivas lo siente a menudo.
Es muy difícil, al apostar, ver el dinero como unidades de un partido en el que el objetivo es tener el máximo de unidades posible. Hay siempre una cierta irracionalidad en la forma como vemos el dinero. En este sentido, me parece que él podría tener algo a decirnos.
Ahora bien, es cierto que la experiencia es fundamental. Quizá no haya leído nada directamente sobre apuestas sino, por ejemplo, un libro que le ayude a relativizar el valor del dinero, que lo haga más feliz. Esto puede ayudarlo a no desanimar con los redbooks y a elevarlo a un nivel superior por ser capaz de alejar las emociones.
¡Qué bien!
En mi opinión, cualquier trader (en Betfair o en la Bolsa) debe tener esa capacidad y esa característica para poder tener suceso. Esto es, saber darle al dinero el valor que tiene: ni más, ni menos.
Me preguntaron aquí en el foro si estaba pensando en escribir un libro. Mi respuesta fue que no. Pero si lo hiciera, seguramente compartiría algo de fundamental que aprendí con mi experiencia: la calidad de vida que alcancé con la Betfair no me hizo exponencialmente más feliz.
Os lo explico: No digo que el dinero no nos hace felices. Es obvio que es mejor conducir un Ferrari que un Fiesta. Sin embargo, las cosas que verdaderamente nos hacen felices siguen siendo cosas como: la familia, jugar fútbol, comer bien, dormir (¡me gusta tanto dormir!), etc. Todo cosas que siempre tuve y que no valoraba. Hoy en día se que siempre he sido rico, solo no lo sabía.
Se tuviera que optar, preferiría jugar fútbol todas las semanas, como hago habitualmente, con mis amigos que conducir un Ferrari unas horas al día.
Sirve esto para decir que cuando estoy trabajando se dar el debido valor al dinero, esto es, no quedo eufórico con las ganancias, ni entro en tácticas suicidas llevado por la desesperación cuando las cosas no salen bien.
Ya tuve la oportunidad de decir aquí en el foro que trabajé mucho mi inteligencia emocional. Sin duda que la mayor ayuda que tuve fue entender que el dinero no puede comprar lo que me hace más feliz. Esto me permitió desprender emocionalmente del mercado.
Notad:
Observo que algunos usuarios hacen el recorrido opuesto, esto es, valoran demasiado las ganancias con las apuestas o se relacionan emocionalmente con los mercados, lo que puede ser muy peligroso.
Os doy algunos ejemplos:
Proponer como objetivo una meta de X€ al mes:
Objetivos, aún que inconscientes, os llevan a asumir posiciones más arriesgadas para alcanzarlos.
Mantener expectativas elevadas.
Apostar dinero que no pueden perder:
Debéis entender que podéis perder el dinero que ponéis en las apuestas, lo que significa que solo debéis poner en el mercado dinero que podáis perder, o sea, dinero "extra".
Hay casos aún más graves…
Contar con el dinero de las apuestas para poder pagar los gastos del cotidiano.
¡Pedir préstamos para hacer apuestas!
Si establecer objetivos puede ser peligroso, ¿no es también una forma de mejorar?
¿O simplemente debemos tener objetivos más fáciles de alcanzar?
Tomando tu ejemplo:
¿Debo ser capaz de transformar x al mes en y para tener un mes positivo? (¿ni que sea tan solo 1 Euro?)
En mi opinión, este tipo de objetivos cuantitativos son un error. Simplemente puede que no sea posible, según la ley de las probabilidades, cumplir ese objetivo al final de un día o de un mes.
Debemos ser capaces de aceptarlo como algo normal en nuestro trabajo.
¿De qué sirve comprometerme a acabar el mes con ganancias?
Esto hace con que tenga de apostar de otra forma (ni siempre de valor) para atingir el objetivo. Esto cuando, ya lo he mencionado, lo más difícil en este trabajo es ser capaz de no hacer nada cuando no hay apuestas de valor. O sea, saber no tomar decisiones sin valor porque sí, o porque tuvimos todo el día buscando oportunidades de valor y no las hemos encontrado, o porque perdemos tiempo analizando un partido y ahora queremos ganar algo con este trabajo... o peor, porque tenemos un objetivo para cumplir.
Para hacer una apuesta de valor debéis tener el mérito de encontrarla, pero también la oportunidad de que esté disponible en el mercado. En mi opinión, no hace sentido imponerse objetivos en algo que no podéis controlar (la existencia de apuestas de valor).
Lo peor de imponerse objetivos es que afecta negativamente a tu capacidad emocional: te deprimes cuando pierdes dinero y quedas eufórico cuando ganas. Nada de esto es positivo...
Algo muy diferente es los objetivos cualitativos. Estos sí, pueden hacernos mejorar. Son objetivos del tipo: a partir de este mes iré implementar este tipo de gestión de banca... que, esses sim, nos fazem melhorar, do género: a partir deste mês irei tentar implementar este método de gestão de banca…
